De coloquial a formal: cómo dominar el cambio de registro para el DELE C1 y C2
- veronicalondononar
- 5 mar
- 4 Min. de lectura
Uno de los mayores retos a la hora de preparar el DELE nivel C1 o C2 es hacer el cambio de registro lingüístico de uno coloquial a uno más formal, algo esencial para aprobar tanto la parte escrita como la parte oral del examen. Muchos estudiantes, por mucho que dominen el idioma en un contexto informal, encuentran que expresar sus ideas de manera más sofisticada o formal les resulta complicado.
En esta entrada, exploraremos cómo puedes mejorar en este aspecto y cómo enfrentarte a este desafío para tener éxito en tu examen DELE.
¿Por qué es difícil pasar de lo coloquial a lo formal?
El registro coloquial es natural y espontáneo. Lo usamos con amigos, familiares o cuando estamos en situaciones informales. En estos casos, las expresiones son más relajadas, las estructuras gramaticales tienden a ser simples y, muchas veces, recurrimos a formas abreviadas o incluso a un lenguaje más emocional o impreciso.
El registro formal, por el contrario, se utiliza en contextos más serios o profesionales. Se espera que las oraciones sean completas, las palabras sean precisas y no haya ambigüedades. Aquí se busca que el mensaje sea claro, conciso y adecuado para la situación, lo que puede ser complicado para quienes no están acostumbrados a este estilo más estructurado.
Ejemplo de registro coloquial vs. formal
Coloquial:
«Ayer fui al trabajo, pero como tenía mucho lío, no pude terminar todo lo que tenía que hacer.»
«Lo de los horarios me está volviendo loco.»
Formal:
«Ayer acudí a la oficina, pero debido a la carga de trabajo, no pude completar todas las tareas asignadas.»
«La gestión de los horarios está resultando ser un desafío considerable.»
Como puedes ver, la diferencia no solo está en las palabras, sino también en la estructura. El tono se vuelve más respetuoso y distante, y la información se presenta de forma más ordenada.
Consejos para pasar de lo coloquial a lo formal
Evita las abreviaciones y los diminutivos: En un contexto formal, debes escribir o hablar de manera más completa. Por ejemplo, en lugar de decir «¿Qué tal?», usa «¿Cómo te encuentras?» o «¿Cómo está usted?».
Usa un vocabulario más preciso: El vocabulario en el registro formal tiende a ser más específico. Sustituye términos informales por su equivalente más técnico o académico. Por ejemplo:
«A lo largo de» en lugar de «por»
«Considerar» en lugar de «pensar»
«Desafío» en lugar de «problema»
Utiliza construcciones más elaboradas: En el registro formal, las oraciones tienden a ser más complejas. Usa oraciones subordinadas y pasivas, así como conectores más sofisticados como «por lo tanto», «en consecuencia», «en resumen».
Sé cuidadoso con los pronombres: En situaciones formales, algunas veces es preferible usar el pronombre formal «usted» en lugar de «tú», especialmente en situaciones laborales o académicas.
Evita expresiones informales o coloquiales: Evita frases como «me mola», «está chido», «en plan de», «estoy flipando». Opta por términos como «me interesa», «es agradable», «estoy asombrado».
Revisa y practica textos formales: Lee artículos, ensayos o informes formales para familiarizarte con la estructura y el tipo de vocabulario que se utiliza en estos contextos.
Ejercicios prácticos para mejorar tu registro formal
Ejercicio 1: Transformación de oraciones
Convierte las siguientes oraciones de registro coloquial a registro formal:
«¿Tú qué opinas de la reunión de hoy?»
«Nos dieron un montón de información, pero no entendí nada.»
«Este asunto es un lío.»
«Creo que deberíamos cambiar los horarios de las clases.»
Ejercicio 2: Uso de conectores formales
Completa las siguientes oraciones utilizando conectores formales adecuados:
El examen fue difícil, __________, los estudiantes tuvieron que prepararse mucho.
El informe que preparé está completo; __________, no incluye todas las recomendaciones que me pidieron.
La situación económica es complicada; __________, necesitamos hacer ajustes en la estrategia.
Ejercicio 3: Redacción de párrafos formales
Escribe un párrafo de 100 palabras sobre un tema académico o profesional. Por ejemplo, «La importancia de aprender un segundo idioma» utilizando un registro formal.
Conclusión
El cambio de registro de lo coloquial a lo formal no es solo una cuestión de elegir las palabras adecuadas, sino también de entender las expectativas del contexto en el que te estás comunicando. Para aprobar el DELE C1 o C2, es esencial poder adaptar tu lenguaje a los requerimientos del examen, y para ello, la práctica constante es fundamental.
A medida que vayas practicando estos ejercicios y consejos, te irás familiarizando con los matices del lenguaje formal, lo que te permitirá no solo aprobar el examen, sino también comunicarte de forma efectiva en situaciones académicas y profesionales.
Posibles respuestas
Ejercicio 1: Transformación de oraciones
Coloquial: «¿Tú qué opinas de la reunión de hoy?»
Formal: «¿Cuál es tu opinión acerca de la reunión de hoy?»
Coloquial: «Nos dieron un montón de información, pero no entendí nada.»
Formal: «Se nos proporcionó una gran cantidad de información; sin embargo, no logré comprenderla en su totalidad.»
Coloquial: «Este asunto es un lío.»
Formal: «Este asunto es complejo y requiere una mayor clarificación.»
Coloquial: «Creo que deberíamos cambiar los horarios de las clases.»
Formal: «Considero oportuno evaluar la posibilidad de modificar los horarios de las clases.»
Ejercicio 2: Uso de conectores formales
El examen fue difícil, por lo tanto, los estudiantes tuvieron que prepararse mucho.
El informe que preparé está completo; no obstante, no incluye todas las recomendaciones que me pidieron.
La situación económica es complicada; en consecuencia, necesitamos hacer ajustes en la estrategia.
(Otros conectores posibles: por consiguiente, en efecto, sin embargo, en consecuencia, en este sentido).
Ejercicio 3: Redacción de párrafos formales
Ejemplo de respuesta:
El aprendizaje de un segundo idioma es una habilidad fundamental en el mundo globalizado actual. Dominar una lengua extranjera no solo amplía las oportunidades laborales, sino que también facilita la comprensión de otras culturas y perspectivas. Además, diversos estudios han demostrado que el bilingüismo mejora las funciones cognitivas, como la memoria y la capacidad de resolución de problemas. Por ello, es recomendable fomentar la enseñanza de idiomas desde edades tempranas, incorporando metodologías innovadoras y recursos digitales que faciliten el proceso de adquisición. En definitiva, aprender un segundo idioma es una inversión valiosa tanto a nivel personal como profesional.
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